
Todo empezó cuando iba en primaria. Un día que mi madre y yo fuimos a una plaza y recorriendo la plaza entramos a una tienda y vi un par Nike negro que además era de gamuza. A primera vista me enamoré de él. Recuerdo que hice berrinche y lloré, sólo para me compraran el par, el cual conseguí que me comprarán.
Recuerdo que regrese a casa lleno de felicidad y me encerré en mi cuarto sólo para admirarlo.
Amé el modelo y el material y cada que me lo ponía, terminando de ocuparlo, lo limpiaba con un trapo y desde ahí empezó el amor por los pares.
Si algún día volviera a ver ese par, haría lo imposible sólo para tenerlo y guardarlo como un hermoso recuerdo.
Legendary Kicks

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